Estrés calórico y los pollos con agua caliente

La avicultura avanza, pero no debemos olvidarnos de los puntos básicos, como el agua, que sigue dejándose a un lado en muchos aspectos, como su temperatura.

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Una idea: tanque para consumo de agua potable en la aldea lacustre de In Por Khon, en el lago Inle, Myanmar. Foto de Benjamín Ruiz
Una idea: tanque para consumo de agua potable en la aldea lacustre de In Por Khon, en el lago Inle, Myanmar.
Foto de Benjamín Ruiz

La tecnología es apabullante. Ya hablamos de drones y robots en la avicultura, de controlar la temperatura o la ventilación de las casetas vía remota con el celular o el iPad, e incluso de crear algoritmos de los movimientos de las aves observados mediante cámaras para determinar su salud. Pero no perdamos de vista los fundamentos.

En una reciente conferencia en el Congreso Latinoamericano de Avicultura en Guadalajara, Mário Penz se preguntaba cuántas de nuestras granjas tienen medidor de consumo, de temperatura y de calidad del agua.

En cuanto a la temperatura, Penz decía que todavía se discute en el mundo si se debe dar o no agua fría a los pollos. Quizás −dice Penz−, habría que preguntarles a los pollos, porque por cada grado centígrado de aumento de temperatura a partir de los 25°C, los pollos reducen el 7 por ciento de consumo de agua. No obstante, recordemos que los pollos comen alimento porque beben agua.

Entonces, ¿por qué pocos se preocupan de eso? Los silos y los tanques de agua en las granjas están expuestos a un medio ambiente atroz. Ni mencionar las temperaturas calientes de casi toda Latinoamérica. Carlos López Coello me decía que nunca había visto un solo silo de alimento (ni supongo que tampoco ni un solo tanque de agua) en granjas, con protección contra las condiciones ambientales, contra el sol.

Cero necesidad de tecnología electrónica, cero pantallas táctiles ni de conexión a internet. Es simplemente un techo para proteger el agua (y también el alimento) del sol cuando las temperaturas llegan a alcanzar en el exterior hasta 40ºC e internamente quizás más.

Si el agua está caliente, ni los bebederos diseñados con precisión para brindarle al ave la cantidad perfecta de agua, ni las tecnologías en equipos de niples de mayor duración y resistentes, en los que haya un flujo uniforme del líquido y podamos mantener un suelo más seco y con menos amoníaco, ni ese extrita de complementos que agreguemos al agua, van a cumplir su función bien en evitar el estrés calórico.

Quizás sólo necesitemos un techo sobre el tanque. No dejemos que el agua siga siendo el nutriente (y el elemento) olvidado. ¿Ustedes que opinan?

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