La corrupción también puede picotear en la avicultura

El 29 de septiembre, el FMI presentó un desalentador informe sobre este flagelo en América Latina, que también ha tocado a la actividad avícola. Es de esperarse más de lo mismo en el reporte que entregará Transparencia Internacional en noviembre.

FREEIMAGES.COM | Jesse Therrien
FREEIMAGES.COM | Jesse Therrien

¿Valdrá la pena hablar de corrupción en un blog sobre avicultura latinoamericana? Pues creo que nunca sobra darse una pasadita por este tópico, al que se le ignora como el polvo debajo de la alfombra. Ni siquiera recuerdo que haya sido tema de discusión en el sector cuando los escándalos nos han gritado de cerca, en nuestra agroindustria, pues la empresa privada ha demostrado ser tanto o más corrupta que los gobiernos.

La idea tampoco es denunciar a nadie en particular ni cebarse en los casos recientes más sonados en nuestro continente, como Carne Débil en Brasil o los carteles del pollo en México y Chile. Tampoco busco que nos compadezcamos como un continente condenado a convivir con ese lastre, del que tampoco escapan quienes lo señalan con el dedo en el mundo.

Transparencia Internacional, la ONG alemana que evalúa el tema desde 2002, es compatriota de la Siemens, Bayer y Volkswagen (que tienen uno que otro esqueleto en el armario), y vecina de donde salieron los mismísimos huevos con fipronil, como para que nos vayamos nivelando. Pero eso tampoco puede ser un consuelo, dado que la ética debe ser una reflexión permanente para no convertirse en objeto decorativo y vacío.

Y mucho menos pienso sacar en limpio a mi país; la tendría bien difícil. La verdad es que en Latinoamérica, Uruguay, Chile y Costa Rica nos llevan al resto una ligera luz. Los otros estamos cerca de naciones como Rusia y nuestras cinco primeras economías coinciden también en los escalafones de corrupción y competitividad, salvo la ya referida excepción chilena.

Hace poco le escuché a un experto explicarlo con una claridad elegante y llena de erudición macroeconómica: “la corrupción es atractiva para el inversionista poco ortodoxo”. En Colombia, el 89% creemos que la corrupción va en aumento y según el más reciente informe publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la coima promedio subió al 17.5 por ciento en el último año.

De 2006 a 2016, la corrupción percibida en el sector privado colombiano pasó del puesto 34 al deshonroso puesto 124 en el mundo (entre 168 países auscultados). Y estamos hablando del quinto país más corrupto de América. Los hay peores y un poco mejores no más; nadie puede tirar la primera piedra

¿Qué se puede hacer? Aquí me voy a permitir reproducir dos apartes del informe del FMI: “La experiencia internacional indica que la efectividad de una estrategia anticorrupción requiere de marcos jurídicos sólidos, intensidad en las tareas de cumplimiento y depuración, y perseverancia”.

Ya en específico para nuestra actividad, creo que bien casa rematar con esta cita: “Las regulaciones excesivas generan oportunidades de corrupción al crear fuentes artificiales de ingresos. El fomento de la competencia y la reducción de los trámites burocráticos son ingredientes centrales en la lucha contra la corrupción”.

Page 1 of 1576
Next Page