Bienes transables avícolas: pollos, huevos ¿y energía?

Hay países abriendo la oportunidad de comprar la energía sobrante que empresas avícolas generan para su producción. ¿Cuántos países se sumarán a la tendencia? ¿Podrá ser un bien por el que las empresas obtengan dinero?

La energía solar es más usada que la eólica por el riesgo de cambios en el régimen de vientos, aunque en algunos casos es un complemento. | Science Photo, shutterstock.com
La energía solar es más usada que la eólica por el riesgo de cambios en el régimen de vientos, aunque en algunos casos es un complemento. | Science Photo, shutterstock.com

El mundo está ávido de energía y seguirá así. Por eso, cualquier fuente económica y confiable será siempre bienvenida; parece que nunca hay suficiente. En este entorno, no es descabellado pensar en que algo de ese frenesí sea parte de la avicultura comercial, además de su actual rol como actividad consumidora.

El cambio climático y la necesidad de mayores eficiencias están movilizando a pasos acelerados el tránsito hacia ambientes automatizados y con temperaturas controladas, lo cual demanda un mayor consumo de energía en las granjas. Para paliar costos y aprovechando una serie de interesantes incentivos gubernamentales, varias firmas avícolas transitan el camino a ser autosuficientes en generación energética.

Así como bajan gastos en cuentas de servicios públicos, estos empresarios actualizan tecnológicamente sus instalaciones con un costo tributario menor. De esta forma, los gobiernos pueden mostrar al mundo que están cumpliendo con la meta de reducir las huellas de carbono de sus países; un pacto gana-gana que puede dar mucho más.

Por ejemplo, en Colombia, a finales del año pasado, el gobierno definió el modo en que generadores de energía no convencionales podrían vender sus excedentes al sistema interconectado nacional; y normatividades similares se saben están en trámite o ya son un hecho reciente en otros países del área.

De este modo, poner paneles solares sobre galpones y fábricas se antojaría más que nunca una inversión redituable para espacios relativamente ociosos. Hablo en primer lugar de energía fotovoltaica porque es la más recurrida hasta el momento por ser rápida de instalar y, gracias a nuestra ubicación entre trópicos, puede aprovechar el 30 por ciento de luz solar adicional que recibimos.

Pero no es la única alternativa. Los biodigestores de gallinazas y pollinazas también se abren camino, aunque a un ritmo menor por demandar costos mayores y una instalación más compleja. Las microcentrales hidroeléctricas tienen sus ventajas al no ser tan complicadas como los biodigestores e igualmente útiles en horas sin sol.

Cada vez requieren menos pendientes y otros requisitos que hasta hace poco parecían intimidantes (desde 1.5 metros de caída y caudales de un metro cúbico por segundo; producen desde 15 kW y hasta 100 kW por turbina). ¿Descabellado pensar en una granja avícola que produzca energía por esas tres fuentes? ¿Por qué no, si se pueden vender los excedentes de electricidad? Sería cuestión de hacer cuentas…

Cacareo: La firma japonesa Nippon Telegraph & Telephone (NTT) desarrolló una pila eléctrica biodegradable, con ingredientes que se encuentran en los fertilizantes. ¿Otra oportunidad para gallinazas y pollinazas?

Page 1 of 1579
Next Page