El diario bonaerense Clarín publicó un reportaje titulado “La industria de la carne, cada vez más despareja: crece el cerdo y se estanca el pollo”, en el cual se explica que “se contabilizan 17 kilos per cápita de carne porcina, 25 por ciento más barata que la de vaca. Se derrumbó el cordero”. El diagnóstico fue comentado por David Lacroze, coordinador de la mesa argentina de Ganados y Carnes.
Explicó el rotativo que “Lacroze se ocupa de buscar consenso con los actores de la cadena desde sus primeros eslabones hasta la mesa del consumidor. Emplean a 400,000 personas”. Sus dirigentes debatieron en un encuentro inusual a mediados de julio y en el que ningún protagonista pasó por alto la realidad sectorial.
Añade Clarín que “así las cosas, pocas veces la industria de la carne estuvo tan dispersa en la Argentina. Es que mientras crece el consumo de carne de cerdo a 17 kilos per cápita, en parte porque es un 25 por ciento más barata que la de vaca, se mantiene estable el consumo de pollo en 45 kilos por habitante y por año y el de carne vacuna se mueve al ritmo de los precios y varía entre los 53 kilos si es caro a 58, como ahora que los valores aflojaron”.
Argentina, junto con Uruguay, lidera el escalafón mundial de consumo de carne de res. Brasil y EEUU contabilizan 37 kilogramos per cápita, mientras China consume 6 kilos y la India, 2 kilos. En cuanto al consumo de carne de pollo, el promedio de ingesta argentino de 45 kilos es uno de los más altos de América Latina, a la par con otros líderes como Perú y Bolivia, y superior a los 32 kilos per cápita de economías similares como la colombiana.