“3.8 millones de gallinas reproductoras que acaban su ciclo productivo salen cada año de las empresas avícolas a las ollas de los hogares colombianos, para ser consumidos principalmente en los sancochos (sopa tradicional)”, según publicó recientemente el diario económico Portafolio. El objetivo es crear una nueva empresa dedicada a la compra sacrificio y comercialización de este producto de alta demanda. Sin precisar el nombre de la nueva unidad de negocios, el medio de comunicación acota que “el producto se venderá vivo o ya procesado para consumo. El negocio lo cerraron las dos empresas durante las festividades de fin de año. En las etapas de producción y comercio de la gallina procesada hay empresas legalmente constituidas, al mismo tiempo que se han detectado un alto número de plantas de sacrificio que lo hacen informalmente en varias ciudades del país”.
Estas plantas de sacrificio informal son las que mueven la mayor parte del llamado mercado de la gallina en este país andino. De acuerdo con la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi) el mercado de la gallina en Colombia es de unos 100,000 millones de pesos anuales (US$40.5 millones), que representa la venta de no menos de 26 millones de ponedoras comerciales y 3.8 millones de reproductoras. La gallina de descarte, es decir, aquel animal que cumplió su vida productiva, termina siendo un negocio para las empresas avícolas cuando se deprimen los precios del huevo. Así, con la operación comercial anunciada, se espera que las empresas comiencen a intervenir, formalizando este mercado, de alta demanda en las plazas de mercado, restaurantes y piqueteaderos de comida criolla.
