El diario boliviano Los Tiempos destacó el potencial exportador que al parecer tiene la cría comercial de codornices en esta nación andina, en especial para la producción y comercialización de los pequeños huevos de estas rústicas gallináceas. “Ocho toneladas de huevo de codorniz cada tres meses, es el desafío de producción inmediato de los avicultores de Cochabamba para poder exportar a mercados asiáticos”, publicó el mencionado periódico.
La estimación de tal volumen fue hecha por José Luis Calahuana, productor de la granja coturnícola Tornado, “como avicultores hemos recibido ofertas interesantes de países asiáticos, pero nos dicen que debemos asegurar más de ocho toneladas trimestrales para iniciar negociaciones”. Actualmente, Tornado produce por trimestre 1.2 toneladas, y no se tienen datos de otras empresas porque no existe una asociación del rubro.
Sin embargo, se calcula que en Cochabamba (centro del país) existen más de 400 pequeños coturnicultores, dueños de 15,000 aves, que venden cerca de cuatro millones de huevos mensuales (apenas unos 10,000 unidades por productor). Esta reducida producción se vende en comercios de La Paz y genera negocios por 8,000 bolivianos mensuales (US$ 1,152).
El diario añadió que la producción de carne y huevo de codorniz en Bolivia se centra en los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz (oriente), con algunas granjas en Tarija y Chuquisaca (ambas regiones al sur del país). “Eso sí, según José Luis Calahuana, la contextura y el sabor mismo del huevito cochabambino es mucho mejor que el cruceño (…) El producto de Cochabamba es más requerido, tanto por la calidad del huevo como de la carne”, informó Los Tiempos.
Se calcula que cada 20 días, 1,500 codornices reproductoras pueden llegar a procrear mil nuevas crías. El huevo de codorniz en Bolivia se comercializa en bolsas de 50 unidades, a un precio al por mayor de 10 bolivianos (US$ 1.44). Al detal, la bolsa se vende a 14 bolivianos (US$ 2.02). Este producto tiene una vigencia para consumo de hasta 25 días.
