De acuerdo con el más reciente informe ‘Principales Indicadores y Determinantes del Consumo de Carnes. Cierre 2017’, divulgado por el Instituto Nacional de Carnes (INAC), en los últimos 12 años, el consumo total de carnes en el Uruguay (rojas y blancas) pasó de 84.1 kilos por habitante al año hasta los 100.9 kilos por habitante de 2017, reflejando un aumento en el consumo del 20 por ciento.
Así lo dio a conocer el diario montevideano El País, especificando que en ese total, la proteína animal preferida por los charrúas sigue siendo la carne de res, con 59.2 kilos de ingesta promedio. Le sigue la de pollo, con 20.4 kg, a la cual se acerca “peligrosamente” la carne de cerdo, con 18.3 kg. “La carne ovina sigue perdiendo adeptos uruguayos con apenas 3 kilos por habitante, 300 gramos menos que en 2016. Hace 10 años, se consumía el doble de carne ovina”.
En resumen, el crecimiento del pollo es levemente superior al del cerdo (400 y 300 gramos, respectivamente). “En el caso de la carne aviar, se mostró un pequeño aumento como consecuencia de dos factores: aumento de la faena propia y aumento del volumen importado”, indicó el reporte.
Añadió que “el año pasado las carnes aviar y porcina mostraron incrementos de precios por encima de la inflación, que fue de 6.6 por ciento. Según INAC, las variaciones de precio respecto a 2016 fueron: carne aviar 23 por ciento, carne porcina 11.3 por ciento y carne bovina 2.9 por ciento. Todavía hay mucho para crecer en cerdo y pollo, y desde el INAC se estima que habrá un nuevo incremento, aunque moderado, en el consumo al cierre del año en curso”.
De acuerdo con la base de datos de empresas líderes avícolas de WATTAgNet, los uruguayos ocuparon el puesto 11 en consumo de pollo per cápita entre los países Latinoamericanos. Los primeros puestos en consumo de carne de pollo fueron ocupados por Perú (46.66 kg de pollo per cápita), Argentina (44 kg/persona), Bolivia (43 kg/persona), Brasil y Panamá (42 kg/persona en cada país). En cambio, Uruguay sí destacó en el consumo de huevo, colocándose en el cuarto país con mayor consumo en Latinoamérica con 272 unidades por persona por año.
