Avícola Campestre: a la conquista de su tierra

Avícola Campestre es una empresa 100 por ciento salvadoreña que nace en 1998 en San Miguel. Surge como parte del proceso de expansión y de la integración vertical de las empresas del Grupo Campestre y ante la necesidad de proveer de pollo fresco a los restaurantes Pollo Campestre. Con 15 años en producción avícola, se consolida como el tercer productor de pollos de El Salvador.

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Cortesía de Grupo Campestre | Los restaurantes Pollo Campestre son la única cadena 100 por ciento salvadoreña que hay en el país.
Cortesía de Grupo Campestre | Los restaurantes Pollo Campestre son la única cadena 100 por ciento salvadoreña que hay en el país.

Avícola Campestre es una empresa 100 por ciento salvadoreña que nace en 1998 en San Miguel. Surge como parte del proceso de expansión y de la integración vertical de las empresas del Grupo Campestre y ante la necesidad de proveer de pollo fresco a los restaurantes Pollo Campestre.

En el primer año, produjeron 75,000 aves. Pero, con el tiempo fue creciendo la demanda del pollo y se abrieron rutas de distribución para el público bajo la marca Rico Pollo. De esta forma, en poco tiempo, Avícola Campestre pasó a consolidarse como la tercera empresa avícola más importante de El Salvador.

"Realmente nuestra historia es interesante; nuestra empresa es fruto de la guerra. La familia tuvo que dejar su propiedad en el campo para salir hacia San Miguel, porque no se podía trabajar" nos recuerda el Ing. Sergio Romero, Director General de Grupo Campestre. "Nuestro grupo de 7 empresas, que hoy tiene más de 1,250 empleados, se inició con un capital de 150 colones, unos $15 dólares de hace 28 años".

Actualmente, Avícola Campestre cuenta con una moderna infraestructura y tecnología de punta para la crianza y producción de pollo fresco. Tiene 4 granjas de producción en diferentes puntos de la zona oriental. Cada uno de los galpones cuenta con sistemas de ventilación de túnel así como comederos y bebederos automáticos.

Producción y eficiencia

Hoy en día, producen un estimado anual de 4 millones de pollos de primera calidad. Inicialmente el 100 por ciento de la producción se destinaba a los restaurantes, pero actualmente este consumo representa el 20 por ciento, mientras que el 80 por ciento es para terceros, es decir, supermercados y otros restaurantes de comida rápida a nivel nacional con productos marinados especiales, cortes de filete, pollo en piezas y el pollo empacado.

El pollo fresco empacado se vende a mercados y supermercados. La empresa centra su eficiencia en la conversión alimenticia; ha logrado cifras hasta de 1.65 en 38 días.

Hace cuatro años, el peso promedio de sacrificio era de 1.930 kg (4.25 lb) y sus conversiones eran de 1.80. "Ser más eficientes, nos ha permitido poder competir en este mercado de alto rendimiento", añade el Ing. Romero.

Camino hacia el negocio de restaurantes

Como ha sucedido en otros casos en la industria, comenzaron primero con empresas agroalimentarias, luego los restaurantes y de ahí se diversificaron hacia atrás en la cadena avícola. "Nuestra principal empresa, con la que iniciamos, fueron los restaurantes Pollo Campestre. En la actualidad tenemos 27 restaurantes en diferentes partes del país y seguimos creciendo", comenta el Ing. Romero.

Después de cierto tiempo de haber incursionando en los restaurantes, cuando el negocio crecía con éxito y para poder garantizar el suministro de pollo fresco, buscaron la oportunidad de crear su propio producto y fue de esta manera, que nació Avícola Campestre. En un primer momento, fue exclusivamente para proveer a nuestros restaurantes Pollo Campestre, pero con el pasar del tiempo se presentaron oportunidades de crecimiento para abastecer a otros mercados. Hoy en día, Avícola Campestre y Pollo Campestre, son aliados estratégicos.

Estos restaurantes de comida rápida tienen como principal producto el pollo empanizado, pollo rostizado y pechugas a la plancha, junto con otras líneas. Una de las mayores fortalezas que tiene la empresa es la variedad de platillos que ofrece y su excelente sabor.

En 2012, los restaurantes crecieron un 14.5 por ciento, mientras que el año pasado crecieron un 21.5 por ciento. "Estamos muy bien ranqueados; a nivel de crecimiento, rentabilidad e infraestructura, así que vamos por el camino correcto", señala el Ing. Romero. Han cumplido sus metas de crecimiento, y sobre todo, su meta de rentabilidad. En la actualidad, toda la operación de restaurantes es propia.

"Para los próximos cinco años tenemos trabajo fuerte para poder conquistar nuestra tierra. Somos la única empresa salvadoreña de comida rápida" dice orgulloso el Ing. Romero. El resto, son franquicias extranjeras.

Alimentos balanceados

Para abastecer a las granjas, se creó la empresa hermana Agrocampestre, la cual se encarga de producir los alimentos concentrados con sus propias fórmulas. Las circunstancias del negocio obligaron a una mayor integración y a tener su propia planta, que construyeron hace 8 años. "Esto nos ha permitido, además, tener un mejor control de inventarios y tener una proyección a más largo plazo, lo que nos ayuda a mantener un estándar en la producción", comenta la Lic. Krissya Galeano, encargada de Desarrollo de Negocios.

"Fue una decisión muy acertada construir la planta, porque nos ha permitido tener alimento de alta eficiencia. De hecho, las conversiones que hemos logrado se deben a la fábrica" añade el Ing. Romero.

Procesamiento para abastecimiento propio

Avícola Campestre cuenta también con su propia planta de procesamiento altamente tecnificada, en donde cumplen con las normas de seguridad y calidad. Desde el ingreso de las aves vivas hasta el empacado final, todo el proceso se realiza con el equipamiento adecuado para corte, marinado, empaque y almacenamiento del producto con cadena de frío. De esta manera, producen el pollo que diariamente abastece a todos los restaurantes de Pollo Campestre, así como a supermercados a nivel nacional, entre ellos Wal-Mart, clientes de servicios de alimentos y mercados municipales.

Planificación a futuro

Grupo Campestre cuenta con la oportunidad de crecer en sus plantas, lo cual implica una buena planificación. "Hace un par de años realizamos modificaciones en nuestras plantas, pensando en una proyección de crecimiento, y contamos con espacio disponible para nuevas granjas".

Pero también, gracias a las alianzas estratégicas que han hecho con empresas como Wal-Mart, han podido tener crecimientos importantes.

Comenta el Ing. Romero que se han "enfocado en especializar la planta en las áreas de refrigeración, transporte y sistematización; en 2010 implementamos el sistema SAP, una plataforma para poder tener control de la operación". Con este sistema y la fuerte visión empresarial de ser eficientes, ahora las gerencias conocen mejor los indicadores de la operación y pueden identificar muchas áreas de oportunidad para elaborar las estrategias aplicadas en las diferentes áreas de producción y ventas.

Actualmente están en el proyecto de ampliar la planta y crear las líneas de formados y de la automatización de la línea de cortes.

El cambio al dólar

El uso del dólar estadounidense como moneda corriente en El Salvador les ha dado más estabilidad, les permite planificar mejor y también controlar costos.

"Siempre hay dos lados de la moneda. Nosotros le miramos el lado positivo: como empresarios sabemos a qué costos vamos a comprar. Antes con el tipo de cambio, compraba uno un equipo y al pagar, resultaba que era más caro por el factor de diferencia" nos comenta su director general.

"De hecho antes, al momento de comprar materias primas, el proveedor hacía un ajuste a la factura por el cambio. Ahora la ventaja que tenemos es que compramos directamente en dólares y siendo los granos para el alimento concentrado, los insumos más fuertes, nos ayuda a manejar los costos y realizar mejores proyecciones, pues no hay ningún diferencial qué pagar" dice la Lic. Galeano.

Otra ventaja ha sido la baja en las tasas de interés, que si antes eran del 20 por ciento, ahora andan alrededor del 4 o 5 por ciento. "Todo esto, me parece que son condiciones muy buenas y en general ha sido bueno el hecho de traer el dólar".

Desafíos

Cada desafío es una oportunidad. Durante la entrevista, el Ing. Romero y la Lic. Galeano mencionaron dos desafíos. Pollo Campestre, como decíamos, se encuentra en San Miguel, la tercera ciudad del país, ubicada al oriente, un lugar relativamente aislado, en particular durante la guerra civil que sufrió el país. Para cuando se firmó el Acuerdo de Paz, los migueleños ya habían creado sus propias empresas locales: supermercados, pizzerías, almacenes, etc., pero empezaron a llegar muchas empresas y franquicias internacionales de comida rápida de San Salvador. Varias empresas quebraron, y contra todo pronóstico, Campestre no cerró operaciones y continuó siendo líder en la zona oriental. Esto les permitió replantear estrategias.

"Fue en ese momento, en que hicimos nuestro segundo cambio de imagen a nivel de empresa y restaurantes: cambiamos fachadas, ambientamos más los locales, se creó el concepto de niños con personajes y la Chiquigranja. Fue como revitalizar a la empresa" indica el Ing. Romero. De hecho, crecieron más en esa época que al principio, a pesar de tener a toda la competencia enfrente.

El segundo de los desafíos fue haber incursionado directamente en la producción avícola.

Reciclaje: una producción más limpia

Los subproductos no comestibles como plumas, vísceras y sangre se procesan en una planta de subproductos (rendering), que Agrocampestre utiliza como materia prima para los concentrados de aves y ganado. Por otro lado, las aguas residuales de la planta de proceso, la grasa de la planta y la de los restaurantes, excretas de ganado y sueros de lácteos se canalizan a través de un biodigestor para tratamiento y cumplimiento de la normativa del agua, cuyo destino final es para riego agrícola en los cultivos de caña y sorgo forrajero. Además, el biodigestor permite generar biogás para utilizarse como combustible para alimentar las calderas y generar vapor para la producción. "Somos la única empresa avícola a nivel nacional que produce biogás", dice el Ing. Romero.

Por otro lado, la profunda conciencia ecológica, que forma parte importante de su labor, los ha llevado a invertir en un programa de producción más limpia para la creación de procesos renovables donde se reutilizan las excretas de pollo y la cama humedecida de los galpones como fertilizante orgánico en los cultivos de caña y sorgo forrajero de Agropecuaria La Laguna, una empresa más del Grupo Campestre. De esta forma, básicamente no compran fertilizantes, además de que lo venden a terceros.

En el horizonte también está el proyecto ambicioso de los paneles solares para la producción de energía eléctrica.

Sanidad y bioseguridad

Las granjas están completamente tunelizadas y están ubicadas además en una zona bastante aislada, sin concentración de producción de pollo, lo que permite tener una barrera física para poder evitar el contacto con otras granjas avícolas.

Conclusión

Por todas estas razones, Avícola Campestre es una empresa sólida y visionaria, que con el apoyo de sus empresas hermanas se consolida como la tercera compañía avícola más importante de El Salvador. Es por eso que al cumplir sus primeros 15 años de éxitos, confirman el compromiso con la calidad y con el engrandecimiento de su país.

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