La promesa de United Egg Producers de contar con el sexado in ovo en las plantas incubadoras comerciales para 2020 es demasiado ambiciosa debido al avance en que se encuentran las investigaciones que se llevan a cabo en la actualidad, de acuerdo con el Dr. Neil O’Sullivan, director global de manejo de producto de Hy-Line International.
La industria del huevo trabaja de manera enérgica hacia el sexado in ovo, es decir, la capacidad de sexar los huevos antes de la incubación, pero dijo que la tecnología aún no está lista para comercializarse durante el seminario “Producción en vivo, bienestar y bioseguridad” de USPOULTRY, el pasado septiembre de 2017 en Nashville, Tenesí.
En los últimos años, la eutanasia humanitaria de los pollitos de un día de edad ha sido cuestionada por activistas del bienestar animal.
“Se han llevado a cabo investigaciones para encontrar métodos de sexado ya sea in ovo durante el proceso de incubación o, idealmente, poder dividir los huevos por sexo antes de la incubación”, dijo O’Sullivan.
Hay investigadores en todo el mundo que trabajan para encontrar una solución. O’Sullivan explicó que, respecto a lo que puede decir, los investigadores en Canadá están muy adelantados en el proceso. Sin embargo, explicó que el grupo que trabaja en el proyecto no ha abierto el estudio a colaboradores externos.
Existe una fecha límite de 18 días de incubación para sexar embriones, que se basa en las prácticas aceptadas usadas en la industria biomédica, en la que se usan los embriones de pollo para la producción de algunas vacunas. Para mantener contentos a los medios de comunicación y a los activistas de los derechos de los animales, es importante eliminar las pruebas en huevos antes de que se empiecen a parecer demasiado a un pollito, explicó O’Sullivan.
“Sería muy difícil justificarlo si es que no es aceptable en la industria biomédica”, explicó.
Dos métodos potenciales
La determinación del sexo in ovo con base en el nivel hormonal del líquido alantoideo se conoce como análisis endocrinológico. El proceso se lleva a cabo el día diez de incubación. Este análisis de ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA) determina la concentración de sulfato de estrona en una muestra de fluidos que se obtiene del huevo.
“A partir del día nueve, se pueden encontrar diferencias significativas en la concentración de sulfato de estrona entre machos y hembras”, dijo O’Sullivan. Las ventajas de este método es que ofrece una buena precisión y una pérdida en fertilidad por debajo del cinco por ciento. Sin embargo, este tipo de análisis aún tiene algunos problemas que hay que resolver, antes de poder considerarse como útil.
“Con la evaluación actual, nos gustaría poder tenerlo hecho antes de los nueve días de edad”, añadió el especialista.
El proceso de prueba toma mucho tiempo y pone a los investigadores frente a preguntas tales como: ¿cómo mantener los huevos tibios?, ¿dónde ponerlos?, ¿necesito voltearlos?, entre otras.
“Comenzamos a entrar en problemas de la planta incubadora”, dijo O’Sullivan. Hizo notar también que este método es muy caro.
El otro método se llama espectroscopia infrarroja Raman, la cual mide cómo las moléculas de una sustancia reaccionan a los fotones de luz. Es factible esta prueba a partir del tercer día después de iniciada la incubación. Es una medición sin contacto. Sin embargo, debe hacerse un orificio en la punta de la cáscara de aproximadamente 12 mm de diámetro. El orificio se cubre después con cinta quirúrgica. “Nos gustaría que el orificio se redujera a 4 mm”, dijo O’Sullivan.
Funciona el poner cinta quirúrgica en el orificio, pero tiene desventajas. La cáscara está involucrada en la respiración del embrión, por lo que el método le quita al embrión de 10 a 12 mm de lo que está habituado. Además, algunas cáscaras débiles no sobrevivirían el proceso.
A diferencia de los glóbulos rojos de los mamíferos, los de las aves tienen núcleo. En las aves, los machos son homomórficos en el cromosoma sexual (ZZ) y las hembras son heteromórficas (ZW). El cromosoma Z es más grande que el W, por lo que los machos tienen más ADN que las hembras; esta diferencia puede detectarse mediante espectroscopia infrarroja Raman, porque el sistema mide la radiación retrodispersada. No es posible hacer la medición antes de la incubación.
“A los tres días, hay reducción en la incubabilidad”, añadió. El tamaño del orificio tiene un impacto negativo en la incubabilidad. Sin embargo, el método de espectroscopia en sí no influye o influye poco en la incubabilidad. En la actualidad, las pérdidas son demasiado altas con este método como para que se considere realista.
“Este método es bueno, porque no es de contacto y la duración de la medición es muy corta”, dijo O’Sullivan.
La determinación del sexo tiene casi un 95 por ciento de precisión. Sin embargo, O’Sullivan sugiere que la tasa de precisión debe ser mayor al 95 por ciento. “Incluso un 0.05 por ciento de imprecisión probablemente no es suficiente”, dijo.
Lineamientos de eutanasia
Los organismos que rigen las asociaciones veterinarias de cada país han aprobado los métodos humanitarios de eutanasia de pollitos de un día de edad.
“En los lineamientos de eutanasia de la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria (de junio de 2017) se incluyen métodos tales como agentes inhalantes (dióxido de carbono, mezclas de nitrógeno/argón), maceración y dislocación cervical”, dijo O’Sullivan.
El futuro del sexado “in ovo”
La tecnología futura podría permitir el sexado in ovo previo a la incubación. Sin embargo, el temor de O’Sullivan es que el tiempo que se ha dado, junto con los fondos y costos de las investigaciones, podrían seguir limitando la capacidad de la industria de sexar huevos.
Los productores plantearon la pregunta de si esto les parecerá más humanitario a los críticos del bienestar animal. O’Sullivan explicó que es por eso que los investigadores trabajan con lineamientos biomédicos.
“Es más que probable que esta tecnología tenga que aprobarse como un dispositivo médico de la FDA”, dijo O’Sullivan. Esto podría prolongar todavía más el tiempo para empezar el sexado in ovo.