La Organización Mundial del Comercio (OMC) consideró improcedentes las principales restricciones que Indonesia había impuesto a las importaciones de carne de pollo brasileño en el año 2014. La medida fue celebrada por autoridades federales brasileñas, según reportó la agencia EFE desde Río de Janeiro.
Brasil es el mayor exportador mundial de pollo. En 2016, sus avicultores lograron colocar en otros mercados 4.4 millones de toneladas, por un valor de 5,950 millones de dólares. Precisamente, gracias a la reciente providencia de la OMC, las ventas de esta carne brasileña a Indonesia podrían sumar hasta otros 100 millones de dólares anuales.
La decisión de la OMC “abre las puertas a un mercado de 250 millones de habitantes y con un potencial de exportación entre 70 y 100 millones de dólares”. Con población mayoritariamente musulmana, el principal producto que Brasil podrá exportar a Indonesia será el pollo “halal” (sacrificado siguiendo el rito islámico).
Indonesia y Brasil tienen ahora un plazo de 60 días (hasta diciembre) para recurrir la decisión de la OMC y después hay un plazo de seis meses para implementar las recomendaciones, por lo que se espera que las exportaciones sean autorizadas a lo largo de 2018.
Hace tres años, Brasil denunció ante la OMC la “prohibición general no escrita por parte de Indonesia a la importación de carne y productos de pollo procedentes del mayor exportador mundial como consecuencia de un paquete de medidas restrictivas y de seis restricciones comerciales individuales”.
Transcribe el cable informativo lo siguiente: “Consideramos que la aplicación de las recomendaciones hechas por la OMC permitirá que se levanten las trabas a las exportaciones brasileñas de carne de pollo a Indonesia, y todas las señales nos indican que Indonesia está dispuesta a seguir las recomendaciones”, según dijo el subsecretario de Asuntos Económicos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Carlos Cozendey.