El presidente de la Asociación de Façoneros de Pollos Unidos (AFPU), José Luis Strassarino, lamentó que tanto el Ministerio de Economía y Finanzas como el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (Mgap) de Uruguay hayan decidido “bajar del 6 al 3 por ciento el crédito que el gobierno transfiere a las firmas exportadoras que utilizan esa devolución a la hora de abonar impuestos”, medida que ya fue anunciada y que entraría en vigor el 1 de septiembre de este año.
Para Strassarino, esta decisión desestimula la alicaída actividad exportadora avícola uruguaya y alejaría a los pocos productores que tendrían alguna oportunidad de emprender ventas en el exterior de cara a dos coyunturas posibles: la apertura del mercado chino (en diciembre o comienzos de 2019 vendría una misión de ese país a tierras charrúas) y de la Unión Europea dentro del marco de la negociación en bloque con Mercosur.
Sus opiniones fueron reproducidas por el periódico montevideano El Observador, medio que indicó lo siguiente: “Desde Uruguay se exportan apenas dos contenedores, cada uno con 25 toneladas de carne aviar, por semana. Casi el 100 por ciento se destina a países árabes” y todas esas ventas están a cargo de la filial charrúa del conglomerado argentino Granja Tres Arroyos.
Strassarino añadió a su malestar el poco impacto para las finanzas públicas de la cuestionada y el carácter inconsulto de la misma pese a la Mesa Avícola creada y convocada por el Mgap hace un par de años. “Lo que el gobierno recupera porque deja de transferir al sector con esta medida antipática es un monto bajo, no creo que le mueva mucho la balanza disponer de US$10,000 más por mes, porque lo que dejará de transferir son US$120,000 al año. Lo extraño es que el gobierno ni siquiera evaluó la ganancia que con esto puede tener”.
Para el dirigente gremial, este tipo de decisiones desestimula la agroindustria uruguaya y pronostica que de seguir esa tendencia, la avicultura podría continuar el mismo destino de la porcicultura (que apenas cubre el 25 por ciento de la demanda interna). “Estamos en vías de perder también la avicultura, que hoy involucra a siete complejos industriales y 260 productores formales, cuando supimos no hace mucho ser más de 500. Solamente en mayo se vendieron cuatro granjas de producción de pollos”.