En la edición del mes de junio de 2007 de esta revista se presentó un articulo titulado "Granja a planta: eslabón perdido", donde se expresaba la preocupación y desconcierto por comportamientos contradictorios en la movilización de los pollos entre las granjas y la planta de beneficio.
Conversando sobre esta problemática con varios empresarios latinoamericanos y en aras de encontrar posibles soluciones, se coincidió que asignando un funcionario que responda exclusivamente por esta materia prima que en aproximadamente tres horas será convertida en carne para el consumo humano este tiempo incluye transporte y proceso podría ayudar a cerrar esta costosa brecha que tradicionalmente ha existido, pero que desafortunadamente no se le ha dado la verdadera importancia en cuanto al gran impacto que tiene en la productividad de este negocio en su etapa final.
Para mayor ilustración de los lectores se desarrolla seguidamente la idea: en las granjas el crecimiento diario de los pollos está monitoreado por el Departamento de Producción. Sin embargo, un funcionario del área de planeación u operaciones también debe realizar una auditoria sistemática de la cantidad de materia prima que está disponible semanalmente para asegurarse que se encuentra ajustada a los parámetros.
Corroborando lo anterior, el funcionario verificará si la cantidad de jaulas y su estado de las mismas en cuanto a que no deben estar partidas y deben tener completas sus tapas que cierren adecuadamente, es la que se necesita para transportar la producción de pollos estimada a sacrificio en una fecha determinada. Además, debe garantizar que el estado sanitario de las jaulas al momento del cargue cumpla satisfactoriamente con las condiciones de bioseguridad.
Complementariamente revisará el estado de operación e infraestructura de los camiones que harán el transporte de los pollos desde las granjas a la planta, para que, salvo casos fortuitos o de fuerza mayor, se lleve a cabo en el tiempo programado. En este aspecto me han comentado no he tenido la oportunidad de observarlo directamente que en algunas empresas latinoamericanas que sacrifican grandes volúmenes diarios y donde el control de los parámetros de gestión se lleva a cabo sobre el segundo digito a la derecha del punto ejemplo: 0.09 %, porque un desfase de uno 0.01% es una cantidad de 500.000 pollos diarios representan 7800 pollos al año que sufren deterioros en su calidad por concepto de una de estas situaciones que acontecen durante la recolección y el transporte - golpes, traumatismos y ahogo.
El monitoreo durante el transporte lo realizan instalando sistemas GPS y un software que registran las variaciones de velocidad de los camiones a lo largo de todo el recorrido, donde como ya se conoce el estado de la carretera, se constata por ejemplo si el vehículo disminuyó su velocidad en un sitio donde la vía está en precario estado huecos, zanjas, etc. porque al no hacerlo producirá vibraciones en las jaulas y en casos donde éstas no están debidamente sujetadas por ejemplo: con bandas, debido a que toda la carga va protegida dentro de una gran jaula metálica con precintos de seguridad, como medida de control del robo, saltarán y al caer la pechuga recibirá el impacto, debido a que los pollos normalmente se echan sobre esta parte de su cuerpo, que es la que tiene mayor valor comercial.
Durante la recolección sus representantes auditores de cargue constatan que la densidad de aves / jaula está acorde con el peso y las condiciones climatológicas. Se recuerda que las condiciones de confort de las aves se dan en un rango de temperatura de 24ºC a 26ºC y una humedad relativa del 60%. En climas fríos el estrés calórico se inicia a los 25ºC y en los cálidos a los 32ºC. Adicionalmente, si el manejo de las aves y las jaulas se efectúa según el procedimiento establecido; así como su almacenamiento durante la recolección y posterior cargue en los camiones, evitando someter a las aves el estrés calórico que se origina al no poder disipar eficientemente el calor evaporativo que rodea su cabeza, dado el hacinamiento que caracteriza el estar confinadas en las jaulas, llegándole a ocasionar la muerte por ahogamiento.
Otro aspecto a verificar por los auditores de cargue es si dependiendo de las condiciones climáticas, el operador de camión dispone y cumple con todos los medios de protección tales como malla sombra, separadores de jaulas, ventiladores, etc., para mantener cómodas a las aves durante su almacenamiento temporal en la granja, transporte a la planta y posterior almacenamiento en las áreas de espera previo al sacrificio.
En la planta debe constatar el funcionario responsable de la movilización de la materia prima pollos vivos que los camiones se estacionen disciplinadamente en las áreas demarcadas, que los ventiladores y en algunos casos los nebulizadores se encuentren en operación para mantener en lo posible las condiciones de confort de las aves previas al sacrificio.
Reviste especial atención el monitorear la manipulación de las jaulas durante el descargue de las jaulas en el muelle de la planta, para que las aves no sufran lesiones, especialmente en su pechuga. De igual manera, la forma como las toman dentro de las jaulas para colgarlas en los ganchos del transportador aéreo de matanza.
En resumen, el asignar una sección de la empresa a realizar el seguimiento de la materia prima desde cuanto está en proceso de formación cría y engorde recolección, transporte y almacenamiento en la planta, llenará el vacío operativo y administrativo que ha existido tradicionalmente en este negocio desde el momento en que se decide enviarse a proceso un lote de aves, conocido como eslabón perdido, porque ya los pollos tienen un doliente en esté trayecto final del negocio que velará para que cada detalle que afecte la calidad final de la materia prima a procesarse en la planta se cumpla no por obligación, sino por convicción del personal responsable, resultado de un programa sistemático integrar de capacitación orientado en principio hacia el recurso humano y por reciprocidad a nuestra aves.