Cómo un avicultor francés produce sin antibióticos

La avicultura francesa va por un camino diferente. Presentamos aquí un ejemplo de un productor de pollos de Bretaña que no utiliza antibióticos, no está verticalmente integrado y le produce a McDonald's.

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Por bioseguridad, los visitantes solo pueden observar la producción de pollos desde la ventana de este edificio. | Foto: Benjamín Ruiz
Por bioseguridad, los visitantes solo pueden observar la producción de pollos desde la ventana de este edificio. | Foto: Benjamín Ruiz

La región francesa de Bretaña es de alta producción agropecuaria. Basta con recorrer sus carreteras para ver vastos campos de producción de maíz y otros cultivos. En Bretaña se produce aproximadamente la tercera parte de los pollos de Francia y cuenta con cuatro de las seis principales incubadoras comerciales del país. Ahí, en la ciudad de Rennes, es donde cada año se realiza la expo pecuaria SPACE.

Stéphane Dahirel es un avicultor bretón especializado en proveer pollo deshuesado a McDonald’s. Desde hace 22 años, preside Gaevol, grupo de productores asociados que, a diferencia del común denominador de los avicultores franceses, producen pollos pesados.

La granja

Rodeado del hermoso verdor de la Bretaña, Dahirel cuenta con 120 hectáreas de campos de cultivos y 6,500 m2 de explotación de aves. La granja la manejan él y su esposa, además de una persona que complementa el trabajo, cuando se necesita.

En cinco casetas que tiene autorizadas, de acuerdo con la reglamentación vigente en Francia, produce 210,000 pollos por lote. También produce pavos.

“Producimos pollos pesados, alimentados por sexos separados, en la misma caseta y a distintas edades, con una densidad promedio de 18.15 aves/m2”. Las hembras están entre 34 y 35 días para alcanzar 1.8 a 1.9 kg, mientras que los machos alcanzan los 3.3 a 3.5 kg entre los 45 y los 48 días de edad (promedio de 46.72 días). Los pollos presentan una ganancia diaria promedio de 74.45 g.

Las dos líneas genéticas que usan son principalmente Ross 308, complementada a veces con Cobb 500. En Francia la Ross 308 es una línea de gran popularidad, por su buen desempeño. 

En Francia, solo el 10 por ciento de las casetas tienen piso de cemento. En la granja de Dahirel las casetas sí tienen piso de cemento y considera que, por razones sanitarias, es lo mejor. 

Fast-food por contrato 

El pollo que produce Dahirel se transforma 100 por ciento en nuggets para la operación francesa de McDonald’s. De esta manera, mediante un contrato, esta cadena de comida rápida es su principal cliente. 

Los machos se destinan para producir estos productos, aves que se aprovechan por completo. Es lo que llaman el mercado de la proteína animal industrial (PAI). Mediante un acuerdo especial de dos o tres años con McDonald’s producen estas aves pesadas. Con esta empresa, Dahirel lleva una relación cercana. Gusta de trabajar con ellos, pues “son muy precisos”. 

Las hembras, que son aves más ligeras, se destinan a los supermercados. Con los grandes distribuidores básicamente se trabaja con precio, a diferencia de lo que sucede con las cadenas de comida rápida. 

Bioseguridad y agua en la producción sin antibióticos 

En la granja, los visitantes vemos los pollos a través de una ventana de doble vidrio. Como era de esperarse, no pudimos entrar por razones de bioseguridad. Trabajan mucho en bioseguridad porque desde hace tres años no utilizan ningún antibiótico en las cinco casetas. 

La bioseguridad por sí sola no es suficiente. “Aquí tenemos dos cosas básicas: el tratamiento del agua y la bioseguridad”. El agua recibe un tratamiento con ácido hipocloroso que la carga de forma negativa, con muy buenos resultados. El tratamiento funciona mediante el ORP (potencial de óxido-reducción, por sus siglas en inglés) que hace que el agua funcione como un agente antioxidante y tenga la capacidad de poder descomponer contaminantes, como los microorganismos. 

Este sistema permite el lujo de no usar antibióticos. Dejar de usarlos exige el uso de otros sistemas como este. 

Desinfección de las casetas 

En cuanto se llevan las aves al mercado, entre dos personas sacan la cama de inmediato y sanitizan la caseta con gran rapidez. En dos o tres horas limpian con espuma detergente. Luego, desinfectan durante 45 minutos con fungicidas, bactericidas, virucidas y otros compuestos mediante atomización que se distribuye de forma homogénea y eficiente. 

Las casetas se cierran para evitar intromisión de animales o personas. Para poner la cama nueva de cascarilla de trigo sarraceno, a razón de 2 kg/m2, usan un equipo que la sopla el producto, para evitar que entre maquinaria, que funja de vector de enfermedades, y que solo entren las personas necesarias. 

La caseta se inicia con 38ºC de temperatura ambiente, para luego disminuir a 35ºC y 32ºC. La cama la tienen que mantener seca. 

Libre de antibióticos: decisión propia 

La presión del consumidor por no usar antibióticos en la producción avícola es una realidad en Europa. No obstante, hay avicultores como Dahirel que han decidido no usar antibióticos por cuenta propia: “No solo quería reducirlos, sino suprimirlos por completo, porque el efecto de suprimirlos al mismo tiempo llevó a mejores resultados”, comenta. No se trata de suprimir por suprimir, sino de mejorar las condiciones de la granja, de tal forma que sea de beneficio para todos. 

¿Qué hay del uso terapéutico de los antibióticos? A esto recibí una respuesta contundente: no tienen enfermedades. Solamente vacunan para prevenir enfermedades virales, como Gumboro y bronquitis infecciosa. Quizás el principal y único problema sanitario que se presenta es la colibacilosis. 

Y si se llega a presentar algún problema, recurren a la fitoterapia. “Alguien que no gusta de los animales no podría hacer todo esto”, señala con orgullo Dahirel. 

Productividad a la francesa 

Además de los datos de producción de pesos y edades promedio de las aves ya mencionados, con respecto a la mortalidad, Dahirel dice que tienen muy buenos resultados. En promedio tienen un 4.39 por ciento, que comprende un 2 por ciento proveniente de la planta incubadora y un 2.39 por ciento de la granja, cifra menor al 5 por ciento, considerada como buena. 

En promedio, produce 48.5 kg de pollo/m2. En cuanto a las pérdidas por descartes, representan un 0.7 por ciento (normalmente se maneja de 0.3 a 1.15 por ciento). Las aves descartadas se van directamente a procesamiento para la formación de composta. Nada se dirige a consumo humano ni animal. 

En cuanto a conversión alimenticia, en promedio tienen 1.68 para el peso promedio mixto de 2.730 kg, lo cual se encuentra en el rango de 1.56 a 1.80 normalmente esperado. El índice europeo de desempeño que tiene este avicultor francés es de 386.37. 

Integración vertical vs. independencia 

Ser avicultor en Francia para Dahirel significa preferir mantenerse independiente que ser engullido por la integración vertical. En realidad, nos explica que no existe la integración vertical como en otras partes del mundo. La única empresa verticalmente integrada que existe en Francia es el Grupo Doux, cuya integración incluso parece no ser completa. 

“No creo en la integración vertical”, comenta Dahirel, “me gusta la independencia. Creo que progresamos menos cuando las órdenes provienen de arriba”. Un ejemplo de ello es que no usar antibióticos fue idea propia, no una orden que proviniera de otros. 

Con un celular o una tableta electrónica en la mano controla en línea la temperatura o la ventilación de las casetas. Con cámaras observa las aves y al observar su movilidad, puede identificar si hay problemas sanitarios. 

Los pollitos los reciben de las plantas incubadoras comerciales e independientes. El alimento balanceado se fabrica en una de las veinte plantas de Sanders en Francia, con la cual tiene un contrato. Dahirel dice que a menos de una hora de distancia le quedan dos plantas de alimentos balanceados comerciales independientes. Estos son sus proveedores y él a su vez tiene un cliente, que es la planta de procesamiento de pollo. 

Agradecimientos: Muchas gracias al personal de SPACE, por organizar la visita a la granja y a Vicente Ramírez por su ayuda con la lengua francesa.

Lea el reporte completo en Industria Avícola Enero 2018

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