Acabo de leer un artículo publicado en el New York Times sobre el uso de la última tecnología en la producción agrícola. De usar animales para arar, hemos pasado a tractores con GPS y apps en el iPhone que nos ayudan a controlar varios aspectos, como el riego, aplicación de fertilizantes, verificación del clima, etc. Y aunque son términos que ya conocemos, no dejan de impactar: satélites, drones, GPS o computación en la nube.
Si bien en la producción avícola usamos ya mucha tecnología de la información, equipos con sensores, software de formulación de alimentos y demás, por lo visto aún falta ampliar más su uso para la toma de decisiones. Es decir, hace falta integrar la información y quizás ampliar el uso de otros equipos. ¿Se podrían usar drones en las granjas avícolas para detectar enfermedades a tiempo? Quizás sólo estoy fantaseando.
El uso de más tecnología implica una mayor especialización y la producción de una sola cosa, que de alguna manera ya la tiene la industria avícola. Además, facilita la producción, pero significa la lectura constante de datos, si se quiere incluso por segundo, y el uso de sistemas en la nube. ¿Qué no hay conexión de internet en la granja? Siempre se pueden usar iPads u otras tabletas de tecnología inalámbrica que posteriormente envíe la información a computadoras que empiecen a analizar los datos de inmediato. Pero esto debe hacerse rápido, no esperar a que el informe salga un mes después.
La tecnología se trata ahora de multiplicar la información, de integrarla y hacer el mejor uso del análisis de datos para tomar decisiones e incrementar la rentabilidad, la eficiencia y la recuperación de la inversión.
Todo parece indicar que el crecimiento vendrá a expensas de aquellos que no acepten las nuevas tecnologías. ¿Será?
El próximo mes hablaremos de este tema en Industria Avícola. No deje de leer el artículo.