Comentarios encontrados ha despertado el programa presentado por la fundación filantrópica del creador de Microsoft, Bill Gates, consistente en donar pollos y gallinas a familias pobres que las soliciten en países en vía de desarrollo.
Ya en 20 países de África, Latinoamérica y Asia se lograron ubicar las primeras 100,000 aves, dentro de una iniciativa que el magnate resume con algo de candidez: “Estas aves son fáciles y baratas de cuidar y una buena inversión: si uno comienza con 5 gallinas, en tres meses puede tener 40 pollos. Combaten la malnutrición: por las proteínas de carne y huevos y porque la venta de pollos vivos genera dinero con que comprar otros alimentos. También ayudan a que una mujer se baste económicamente por sí misma”.
El diario español La Vanguardia agregó que, “En cuestión de números, Gates hace una regla de tres muy sencilla: si un pollo cuesta 5 dólares en África Occidental, al final de año, el criador puede hacerse con 1,000 dólares, superando así el nivel de extrema pobreza que fija la ONU”. A pesar de esta aparente lógica, no han faltado las voces críticas frente a temas asociados como la verdadera viabilidad económica de esta propuesta y su impacto en la dinámica social, la nutrición y en la sanidad aviar.
Por ejemplo, la televisión estatal alemana DW (Deutsche Welle) comentó que es: “Una loable idea pero que poco tiene que ver con la realidad de hoy en América Latina, en donde el ya el 80 por ciento de la población vive en las ciudades, según la Cepal (Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe). Aunque la Organización Internacional de Trabajo parte de que justamente en los campos vive el 75 por ciento de los pobres del mundo, y América Latina no es una excepción”. También citó a expertos que alegan que lo importante no es alimentar si no entregar una dieta balanceada para superar los problemas de desnutrición
Otra voz crítica provino del gobierno de Bolivia. Según el diario El Deber, “el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, calificó de “grosera” la donación de gallinas ofrecida por el magnate norteamericano Bill Gates. ‘Bolivia no depende de gallinas y esa es la prueba de que algunos nos ven como país tercermundistas miserables. Somos un país soberano en producción avícola’, señaló". Pero hay otras preocupaciones menos subjetivas.
Ya con ocasión de otros programas asistenciales parecidos pero con una incidencia local (donación de pollos para crianza a familias pobres), el presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Andrés Valencia, también había manifestado sus reservas, sobretodo en el riesgo que para la sanidad aviar de estos países conlleva la explotación avícola de carácter empírico, “Debido a que se atomiza la producción, lo que hace más difícil la labores de prevención, vigilancia y control”.