La agencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación, FAO, apremió a incrementar la preparación y vigilancia frente a una posible reaparición a gran escala del virus H5N1 de la influenza aviar altamente patógena, ante las señales que una cepa mutante de este mortífero virus se está extendiendo por Asia e incluso otras zonas, con un riesgo impredecible para la salud humana.
El virus H5N1 ha infectado a 565 personas desde que apareció por vez primera en 2003, dando muerte 311 de ellas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud. El último fallecimiento ocurrió a principios de mes en Camboya, dónde se han registrado ocho casos de infección en humanos este año, resultando todos ellos fatales.
Desde 2003, el H5N1 ha provocado igualmente la muerte u obligado a sacrificar a más de 400 millones de aves, provocando pérdidas que ascienden a US$20,000 millones en todo el mundo hasta que pudo ser eliminado en la mayoría de los 63 países afectados en el momento álgido de la epidemia, en 2006.
Sin embargo, el virus se ha hecho endémico en seis países, aunque el número de brotes en las aves domésticas y en la población de aves silvestres disminuyó notablemente desde un máximo anual de 4,000 hasta tan sólo 302 a mediados de 2008. Pero los brotes han aumentado de forma progresiva desde entonces, con aproximadamente 800 casos registrados en 2010-2011.
Asimismo, el año 2008 marcó el principio de una renovada expansión geográfica del virus H5N1, tanto en los planteles de aves como entre la avifauna silvestre.
Este paso parece estar asociado con los movimientos de aves migratorias, según el Jefe veterinario de la FAO, Sr. Juan Lubroth, quien afirmó que las migraciones ayudan a que el virus pueda viajar a grandes distancias, de forma que el H5N1 ha hecho su aparición en los últimos 24 meses en instalaciones de aves o silvestres en países que habían estado libre del virus durante varios años.
"Las aves silvestres pueden introducir el virus, pero la actuación de las cadenas de producción y comercialización avícola hacen que se extienda", señaló Lubroth. Entre los países en que se han detectado recientemente zonas afectadas figuran: Israel, Palestina, Bulgaria, Rumanía, Nepal y Mongolia.
Otro motivo de preocupación, según Lubroth, es la aparición en China y Viet Nam de una variante del virus que aparentemente es capaz de esquivar las defensas que aportan las vacunas existentes.
En Vietnam, que suspendió su campaña de vacunación de primavera en las aves este año, la mayor parte de las regiones septentrionales y centrales del país -en donde el H5N1 es endémico-, se han visto invadidos por la nueva cepa del virus, que se conoce como la variante H5N1 - 2.3.2.1.
Los servicios veterinarios de Vietnam se encuentran en estado de alerta y se estarían planteando realizar una nueva campaña de vacunación dirigida este otoño. La circulación del virus en Vietnam supone una amenaza directa para Camboya, Tailandia y Malasia, a la vez que pone también en peligro a la península de Corea y a Japón. La migración de aves silvestres puede extender el virus a otros continentes.
"La tendencia general desde el declive progresivo del virus observado en 2004-2008 podría significar un rebrote del H5N1 este otoño o invierno, con la gente que se encuentra de forma inesperada el virus en su propia casa, advirtió Lubroth.
Los países en los que el H5N1 se encuentra firmemente asentado -Bangladesh, China, Egipto, India, Indonesia y Vietnam- se enfrentarán posiblemente a mayores problemas, pero no existe ningún país que pueda considerarse a salvo, añadió.
"La preparación y la vigilancia siguen siendo claves", subrayó Lubroth. "No es momento de ignorar el peligro. Nadie puede bajar la guardia ante el H5N1".