Para los días 4, 5 y 6 de septiembre fue programada la realización del Segundo Seminario Internacional de Salmonelosis Aviar, que tendrá lugar en el Centro de Eventos El Tesoro, en la ciudad colombiana de Medellín (noroeste del país).
Este certamen formativo es organizado por la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Fenavi, y la Asociación Latinoamericana de Avicultura; esta última entidad convocó al primero y muy asistido seminario internacional sobre esta enfermedad, acaecido en junio de 2011 en San Pablo, Brasil.
El segundo seminario en Medellín tendrá la presencia de 14 conferencistas internacionales, entre quienes se destacan los estadounidenses Jim Summer, Scott Russel, Irene Hanning Jarquin y Steven Ricke. También estarán Per Haggblom, de Suecia; Claudio Ortiz, de Alemania; y los mexicanos Mario Gabilondo e Ignacio Castillo.
"Nuestro objetivo con este seminario es mostrar los últimos avances en control y tratamiento de la bacteria [Salmonella], acciones que se han convertido en prioridades para los avicultores de la región y en especial de Colombia", observó Andrés Moncada, presidente de Fenavi.
Por su parte, Roberto Domenech, presidente de ALA, aseguró que la participación del Comité Técnico Científico de la asociación continental "garantiza la calidad académica de este seminario sobre una temática tan trascendental, no solamente por su incidencia en este renglón económico, si no también porque algunas especies de salmonella pueden llegar a afectar la salud pública".
Debido a la disminución en la producción de huevo y los bajos niveles de incubabilidad que ocasiona la presencia de salmonella en sus granjas, los avicultores colombianos han visto disminuir en los últimos meses sus márgenes de ganancia por los altos costos de los tratamientos para erradicarla.
Esta problemática es ocasionada por dos grupos de bacterias: las llamadas salmonellas inmóviles (S. gallinarum y S. pullorum) y las Salmonellas móviles (S. enteritiditis y S. typhimurium). Las primeras atacan la sanidad aviar en los galpones, en tanto que las segundas pueden afectar a las personas que entren en contacto con material contaminado.