Reunión entre el Mercosur y la UE

El Mercosur y la Unión Europea no intercambiarían ofertas de liberalización del comercio esta semana como estaba previsto debido a las dificultades de ambas partes sobre hacer concesiones en la ronda de negociaciones que comenzó ayer en Bruselas. La idea de los dos bloques era presentar sus ofertas oralmente, aunque sin compromiso formal, para testar hasta qué punto cada lado podría avanzar.

El Mercosur y la Unión Europea no intercambiarían ofertas de liberalización del comercio esta semana como estaba previsto debido a las dificultades de ambas partes sobre hacer concesiones en la ronda de negociaciones que comenzó ayer en Bruselas. La idea de los dos bloques era presentar sus ofertas oralmente, aunque sin compromiso formal, para testar hasta qué punto cada lado podría avanzar.

Del lado del Mercosur, Argentina llegó con un cambio radical en su posición, que se suma a la resistencia de la industria brasileña. Sostiene que antecediendo a las elecciones presidenciales en octubre, es incapaz de comprometerse a abrir su mercado a más productos europeos. El cambio de la posición argentina es aún mayor si se considera que fue durante su presidencia el Mercosur reanudo la negociación comercial, el año pasado.

A su vez, la UE ha multiplicado las señales de que su margen de gestión disminuyó y no podrá mejorar su oferta agrícola mucho más allá de las cuotas propuestas en el año 2004 para los exportadores del Mercosur, ante la enorme presión del lobby agrícola y del Parlamento en contra del acuerdo birregional.

La expectativa de Bruselas es que el Mercosur y la Unión Europea tendrán una discusión general, tal vez señalando algunas cifras, pero muy por debajo de lo esperado. La discusión debe involucrar la cobertura del acuerdo, la parte normativa que todavía no ha sido incluida y que significa establecer reglas del acuerdo (salvaguardias, mecanismo de controversias, etc.).

Otro signo de la dificultad es el hecho que los europeos no hablan de una fecha para finiquitar a mediados de año, sino en el transcurso del año, las negociaciones para hacer el mayor acuerdo de libre comercio mundial.

En la vereda de la industria brasileña, la resistencia ha sido fuerte debido a la tasa de cambio, con el real más valorizado, y también por el aumento de las exportaciones. El sector automotriz amplio su posición contraria a la apertura del mercado brasileño, mientras que el sector agrícola sigue esperando mayores ganancias en el mercado europeo.

La cobertura del acuerdo debería ser por lo menos el 90% del comercio birregional. Sin embargo, un retroceso en la apertura del sector automotriz del Mercosur representaría por lo menos una disminución de 20%, algo considerado impensable en el contexto actual, porque derrumbaría una vez más la negociación.

En este escenario, algunos negociadores de los dos bloques en Bruselas tratan de evitar que los "problemas coyunturales" prevalezcan y causen un nuevo congelamiento de la negociación. Los sectores más favorecidos ante la negociación observan que los compromisos de liberalización sólo entrarán en vigor en más de 5 a 15 años, no teniendo impacto inmediato.  

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