Ahogo: efectos en la calidad y el rendimiento

El ahogo de los pollos antes de llegar a la planta de procesamiento es un problema serio

Merece especial atención el detalle de mantener alineadas las de jaulas en dirección a los ventiladores dejando unos pasillos mínimos de unos 5 centímetros.
Merece especial atención el detalle de mantener alineadas las de jaulas en dirección a los ventiladores dejando unos pasillos mínimos de unos 5 centímetros.

Esta problemática característica de los climas cálidos ocasiona diariamente pérdidas significativas de materia prima, pollo vivo, debido a una serie de factores derivados del calor. Recordemos algunos conceptos básicos al respecto:

Los pollos son homeotermos. Esto es, que son capaces de mantener su temperatura corporal dentro de cierto rango, a pesar de las variaciones de la temperatura ambiente.

La temperatura corporal promedio de los pollos oscila entre los 40 C y 42 C, estando en función de la producción, pérdida y almacenamiento de calor. El calor en las aves se transporta en el cuerpo por conducción entre los tejidos y convección en el torrente sanguíneo.

En climas cálidos, los pollos hacen que la sangre fluya a la periferia permitiendo una mayor pérdida de calor. En climas fríos, las aves restringen el flujo sanguíneo a la periferia, reduciendo la pérdida de calor.

La regulación del metabolismo es otro método de control de la temperatura corporal.

De otra parte, como los pollos de engorde son animales muy jóvenes promedio de vida 42 días y generalmente han vivido en un ambiente de confort y tranquilidad, no logran desarrollar mecanismos de defensa a los estímulos estresantes tanto conductales como físicos.

Un ejemplo de ello es su recolección en los galpones, donde dependiendo del método empleado, el sistema tradicional de tomarlos por las patas es el más traumático, les ocasiona un alto estrés por su posición en que son movilizada hasta las jaulas, el aleteo como reacción natural que se produce, los golpes y traumatismos derivados de éste y los efectos del calor acentuado durante su almacenamiento hasta la planta de proceso.

Ante todo ese entorno desfavorable, especialmente cuando no se dispone de la infraestructura ambiental, ¿qué mecanismos de defensa tienen los pollos a contra el calor?

Bajan su actividad. Se echan.

Reducen el aislamiento que les produce las plumas, las aflojan y elevan las alas, a fin de que la piel quede expuesta al aire circundante.

Bajan la tasa metabólica con el fin de no producir calor. Recordemos que durante esta fase se producen en promedio 5 BTU/ lb hora. En términos prácticos 10 pollos con un peso promedio de 5 libras, producen en esta situación un calor ligeramente superior al de un bombillo incandescente de 60 vatios.

Incrementan el jadeo con el fin de aumentar la evaporación y de esta forma enfriarse. En condiciones normales el ritmo respiratorio es de 15 a 25 ciclos/minuto. En el pico máximo de jadeo la frecuencia alcanza hasta 5 ciclos/segundo.

Ahora bien, ¿cómo los pollos eliminan el calor corporal de la superficie hacia el medio ambiente para mantenerse cómodos?

Radiación. Es calor que irradia un objeto más caliente a uno más frío. En consecuencia, esta situación se produce si existe una deferencia de temperatura entre las aves y el medio en que se encuentran. Ilustremos esto con un ejemplo: en época de calor una barra de hielo ubicada próxima a los pollos, contribuye a refrescarlos; una criadora utilizada para calentar los pollitos bebés los sofoca.

Convección. Es la transferencia de calor a través de corrientes de aire. Los ventiladores son un buen ejemplo.

Conducción. El cuerpo de los pollos está recubierto superficialmente por una delgada copa de aire, la cual se encuentra atrapada entre las plumas. A través de ella el calor se transfiere al exterior lentamente.

Evaporación. A una temperatura constante, la evaporación disminuye a medida que se va incrementando la humedad del aire. Ejemplo: si la humedad relativa llega al 100% y se satura la atmósfera, la evaporación cesa.

Los pollos pueden perder calor por dos vías:

Piel.

Tracto respiratorio, que es la más significativa.

Recordemos que los pollos pueden perder algo de calor, aún siendo la temperatura corporal más alta que la temperatura ambiente. Esto es posible, debido a que al incrementarse la temperatura, mayor es la capacidad del aire de absorber agua.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que cuando la temperatura ambiente alcanza la temperatura corporal de los pollos, las pérdidas de calor sensible son casi cero. En consecuencia, el enfriamiento por evaporación jadeo y piel es el único mecanismo que los mantiene vivos.

De otra parte, se ha podido establecer que en climas cálidos el estrés calórico se empieza a observar cuando la temperatura ambiente supera los 32 C, incrementándose el estrés aceleradamente en la medida que la humedad relativa se aumenta. En los climas fríos, el estrés se produce a partir de los 25 C.

Estrés calórico

Cuando las aves están sometidas a estrés calórico, los sistemas respiratorios y cardiovasculares son los que responden en ese mismo orden, ya que el primero regula la disipación del calor. En este punto vale la pena recordar que las aves tienen algunos huesos huecos tales como: cráneo, clavícula, húmero, quilla y varias vértebras. Estos se encuentran unidos a los pulmones y sacos aéreos, generando un movimiento de aire en dos vías: hacia adentro y hacia fuera, que ayuda a enfriar el cuerpo de los pollos, a través de la exhalación de la humedad en forma de vapor de agua.

Complementariamente, en estas condiciones de estrés, el sistema cardiovascular de los pollos está sometido a un mayor gasto cardiaco, al aumentarse el número de latidos/minuto. Se ha podido determinar que el bombeo de sangre hacia la cresta y las barbillas se incrementa hasta cuatro veces.

Simultáneamente los músculos intercostales y la estructura anatómica del cuello reciben una mayor irrigación sanguínea durante esta situación especial de hipotermia. En consecuencia, como el volumen de sangre es sólo uno, otros órganos de los pollos tales como hígado, riñones, intestino y aparato digestivo se ven afectados al reducirse la cantidad de sangre que reciben. Además, se produce una vasodilatación. Por tal motivo, la presión arterial disminuye al aumentarse el diámetro de los vasos capilares, comenzando a fallar el retorno de sangre venosa al corazón, que termina deteniéndose sorpresivamente.

Como se mencionó anteriormente, durante el punto crítico del jadeo, la respiración normal de 15 a 25 ciclos/minuto, pasa al nivel de 5 ciclos/segundo. Esto significa que los pollos desesperadamente mantienen todo el tiempo el pico abierto, en su afán de evacuar calor.

¿Por qué se ahogan los pollos?

Los conceptos antes expuestos son importantes para tener presente lo que ocurre una vez las aves han sido capturadas y colocadas en las jaulas y almacenadas en los camiones. Cuando éstos se encuentran en movimiento, los pollos que se hallan en las jaulas exteriores se refrescan debido al movimiento del aire que levanta sus plumas, permitiendo refrescar su piel.

Los que se están en las jaulas localizadas en la parte interna de la plataforma de los camiones, viven un verdadero infierno, ya que no cuentan con este sistema natural de ventilación. Sólo les queda un pequeño espacio alrededor de la cresta y las barbillas para disipar el calor, labor que de por sí es ineficiente. Recordemos que debido al confinamiento no pueden abrir sus alas y aflorar sus plumas, mecanismos naturales de las aves que lamentablemente no pueden usar.

Si a esta reducción del espacio natural que ofrecen las jaulas, le agregamos la desafortunada circunstancia de encontrarse alojados en jaulas partidas sobre todo en las estructuras laterales, su altura se reduce aún más. Si complementamos esta odisea respiratoria con el hecho de que muchas jaulas son comprimidas al momento de sujetarse las estibas, para evitar que se caigan del camión, muchos pollos tienen la muerte asegurada por exceso de sofocación.

En el afán de minimizar el impacto de la sofocación causada por la luz del sol y el forzoso encierro de las aves que se encuentran en la parte interior de la plataforma, muchas empresas han colocados techos de malla-sombra o sarán distantes mínimo 30 centímetros de las jaulas superior, para a la vez producir una especie de túnel de viento, cuando los camiones están en movimiento.

Además, le han colocado ventiladores de 36 o 48 pulgadas detrás de la cabina para inyectar aire a las jaulas de la parte interna de la plataforma, aprovechando la presión del aire que mueve las aspas durante el desplazamiento de los vehículos. Una vez llegan a la planta y si el descargue no es inmediato, los conectan eléctricamente para mantenerlos refrescados, evitando que se sofoquen.

En la planta

El calvario anterior en muchas plantas se extiende hasta el área donde son almacenadas temporalmente las jaulas, al ser ubicadas las estibas totalmente juntas, impidiendo el libre paso del aire producido por los ventiladores.

Por lo anterior, merece especial atención el detalle de mantener alineadas las estibas de jaulas en dirección a los ventiladores de 36 ó 48 pulgadas, dejando unos pasillos mínimos de unos 5 centímetros. Una adecuada demarcación en el piso es una buena idea si se cumple disciplinadamente la colocación de las jaulas. En términos prácticos los ventiladores deben producir unos 800 pies cúbicos por minuto que permitirá mantener ligeramente levantadas las plumas de las alas, creándoles un adecuado confort, permitiéndose tener el pico cerrado en señal de haber normalizado su frecuencia respiratoria.

Lo preocupante de las situaciones antes descritas es que al momento de morir las aves por ahogo, se producen pérdidas efectivas de un 85% del peso vivo, no se contabiliza hidratación de la carcasa, al no poderse aprovechar ni un solo gramo de carne comercializable por razones sanitarias, ya que al fallecer el ave, así sea unos segundos antes de ser colgada en el transportador aéreo de sacrificio, su desangre será deficiente. Por tanto, el color de su piel será ligeramente rosado, producto de una cantidad de sangre que no evacuó, la cual es un caldo de cultivo ideal para el crecimiento bacteriano y descomposición acelerada de estos pollos.

En resumen, como en este negocio se trabaja con una materia prima procesada pollo vivo el manejo cuidadoso, resultado de la sensibilidad humana de quienes la manipulan desde la recolección hasta su colgado en el transportador aéreo de sacrificio complementado con la adecuada infraestructura para disipar el calor que la agobia, permitirá mantener los niveles de ahogo por debajo del 0.10 % del total de los pollos que se procesan diariamente. Este parámetro debe tomarse como referencia para climas cálidos. Para climas fríos debe ser inferior al 0.05% .

Todo esto permitirá sacar al mercado una mayor cantidad de kilos de carne que al dividirse entre sus gastos operacionales, tendrán un costo más bajo, haciendo más competitivo el producto procesado. No olvidar que en este negocio debemos cuidar los gramos por su efecto multiplicador que representan.

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